viernes, 20 de julio de 2012

En un lugar al norte se esconde mi verdad



Esto de las vacaciones y los viajes me puede totalmente. Emigrar para alejarme un poco, para tomar distancia de la carrera que me somete a diario la rutina. La rutina del no parar, la rutina de la ciudad grande venida a más. A más grande, a más ruido, a más gente que vive compenetrada en sus cosas.

Me inclino a pensar siempre que los viajes llegan en el momento justo. En el mejor y en el peor momento.  En el mejor porque es el instante necesario para despejar esa cabeza que corre a mil por hora. En el peor porque nos vemos agobiados hasta el cerebelo y la necesidad innata de cambiar de aires nos surge casi como obligación.

Se extraña, siempre se extraña. Y más cuando venimos acostumbrados al hábito, al mismo ambiente, a las mismas paredes que parece que nos secuestran. El airecito nostálgico nos da la mano pero le sonreímos porque sabemos que esto es temporal. Así me voy traslando, con picardías de proyectos y la tarjeta de memoria de una cámara que me guiña el ojo.

Viajo a un lugar desconocido que me vió nacer y ahora vengo a retribuírle los servicios prestados. Mi tierra natal, mi tierra colorada, Misiones. Quiero sentir bajo mis pies que tanto camino siempre tuvo un por qué y que a pesar de los kilómetros la lejanía me mantiene cerca.

 Esa emoción por percibir, esa inquietante curiosidad bien mía me tiene de sonrisa en sonrisa. Miro fotos y aún no puedo creer. Ese puntito entre la multitud con pelos salvajes y cachetes gigantes era yo. Veinte años después, vuelvo. ¿Cómo se sentirá?


3 comentarios:

Zeida Bermúdez dijo...

Me gusta mucho como escribes y tienes un lindo blog. Te sigo.

Edmundo Dantés dijo...

Me está pasando muy parecido como a vos, me alejé del estudio, de la ciudad del movimiento. Estoy en mi pueblo natal que a diferencia de vos se encuentra bien al sur del país. Pueblo que me vio nacer y al cual agradezco eternamente por hacerme crecer. Saludos! Muy lindo lo que escribís

Quetzal dijo...

Y sí. Viajar llega en el momento correcto y qué lindo es cambiar de aires y respirar con más calma.
Abrazo!